Los chicos y chicas de 2° grado recibieron con mucha alegría la imagen del Niño Jesús. Todos somos invitados a reconocer nuestra sencillez, inocencia y fragilidad, nuestros pesebres, aquellas personas que nos sostienen y nos cuidan. Con el corazón abierto contemplamos a Dios en la simplicidad de un niño.