El último sábado celebramos un día muy especial en nuestra comunidad educativa: la Primera Comunión de nuestros alumnos. Inspirados por el Evangelio de Juan 6,1-14, recordamos cómo Jesús, con solo cinco panes y dos peces, alimentó a una multitud, demostrando que cuando compartimos desde el corazón, Dios multiplica nuestras ofrendas.
Este sacramento nos recuerda que, así como Jesús alimentó físicamente a la multitud, también nos alimenta espiritualmente en la Eucaristía. Que la gracia de ese día llene de amor y esperanza a cada uno de nuestros alumnos y sus familias.
¡Felicidades a todos los que han dado este paso tan importante en su camino de fe!